Desde el pasado 16 de junio está en vigor la nueva ley hipotecaria que obliga al banco a evaluar en profundidad la solvencia del cliente.
Para estudio de la solvencia el banco debe estudiar los activos del cliente, los ahorros y los gastos fijos, ya no se puede basar únicamente en el valor de inmueble, debe ser una combinación de todos los parámetros. Dentro del estudio debe profundizar en la capacidad de pago del cliente, estudiando sus ingresos actuales y previsibles durante la duración de la hipoteca. El banco estudia también la CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), que es una base de datos gestionada por el Banco de España, donde se registra el endeudamiento que cada banco tiene con cada cliente. La información se puede obtener de forma gratuita en el Banco de España.
Estos cambios llaman a la prudencia cuando firmen un contrato de arras para adquirir un inmueble, condicionando a la obtención de la financiación la operación para evitar perder el dinero entregado a cuenta si el banco no le aprueba la financiación.
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